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Mostrando las entradas de noviembre, 2006

Fugaz

¿Cuántas veces prometiste amor eterno? Si el amor quema y pasa tan rápido como una hoja de fuego, ¿no será una ilusión el amor verdadero? ¡La ilusión nunca muere! o ¿dura un verano? El amor desaparece como la piedra en el pantano, se hunde sin hacer ruido se acaba como la muerte de un enemigo. ¿Es transitorio, es pasar de melancolías y sonrisas agobiadas por la rutina petulante del enjambre de almas que gritan desaforadas por las venas del hombre? Es desencanto desatino desilusión deshonra humillación del alma frágil frente a la atrocidad de las armas en pleno apogeo de las fuerzas contradictorias y malvadas producto de la sangre hirviente de unos tantos animales o seres endemoniados que persiguen al más débil que le quitan al desposeído que matan al desprotegido al ciudadano enemigo de las fúnebres calles del olvido. Será el fluir angustiado, presionado y oprimido del triste poeta que busca un camino una salida o escapatoria de este mundanal sonido que enternece al niño y enfurece al

Ayer y hoy

Ayer jamás hubiéramos intercambiado palabras, miradas ni besos. Nunca nos hubiéramos encontrado en los pasillos, en las salas rojas ni verdes, ni el Patio Central ni en la Biblioteca General. Ayer éramos otros. Distantes, desconocidos. Hoy nos reconocemos. Nos vimos alguna vez junto al Patio de la Virgen, al lado de los libros viejos, cerca de las voces celestiales y los instrumentos de los sueños. Quizás, sí sabíamos quiénes éramos, quiénes seríamos y en qué nos convertiríamos. Hoy ya somos estas sombras nostálgicas que caminamos juntas, uno al lado de la otra, con nuestras miradas bajas y rostros melancólicos. Hoy ya somos lo que jamás soñamos. Hoy somos lo que Dios nos permitió ser. Hoy somos marido y mujer.

5:30 horas a.m.

5:30 de la madrugada, la alarma suena monótona y estruendosamente por 30 largos segundos. Después mi mano alcanza el botón en medio de la oscuridad. Son 5 hermosos minutos extras. En fin, debo decidirme y saltar de mi cama. Reconozco que me gusta mi trabajo, pero el levantarse cada día a esa hora me está matando. Todos en casa corremos contra el tiempo, ya es hora de tomar el automóvil y acelerar en la carretera para evitar el “taco”. Todo va según lo planificado. Primera detención, me despido de mi señora. Segunda detención, me despido de mi hija. Tercera detención, llego al colegio, mi lugar de trabajo. Paso la credencial por la máquina, inicio el computador, veo mi correo electrónico. ¡Sorpresa!, 18 correos. ¡Imposible!, me llaman a reunión, las indicaciones del día. Comienza la jornada. Suena el teléfono una y otra vez. Hay un descanso de 10 minutos. Después, charla, clase, presentación, trabajo grupal, prueba, interrogación, disertación, etc. Estudiantes, preguntas, más estudiante

Puerto Luz

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Paro

Hay paro de mineros hay paro de médicos de estudiantes de profesores de camioneros de microbuseros funcionarios municipales taxistas ¡Protesto! ¡Es injusto! ¿Cuándo habrá paro de cesantes?

Mi único deseo

Mientras yo camine hacia la montaña tú caminarás conmigo mientras yo nade en los ríos tú nadarás conmigo mientras yo viaje por el mundo tú viajarás conmigo.

Ruptura

Un joven Una joven Una iglesia Una felicidad Un hijo Una pelea Un dolor Un silencio Una soledad Un desconcierto Calma Futuro Vivir Gracias a ti Gracias a Dios.